20 febrero 2009

Pensamientos de paz


Foto: Es Colomer - Formentor, Mallorca

Los pensamientos son el alimento de la mente. Un nuevo pensamiento cada día, no sólo será un pensamiento fresco sino que proporcionará la nutrición y el estímulo necesarios para mantener la mente saludable y así sentir el entusiasmo por la vida. En los tiempos de desorganización y caos en que vivimos, esto es importante.

Puede parecer inútil hablar de paz cuando todo lo que vemos a nuestro alrededor sigue estando en un estado de intranquilidad. Es esto lo que nos lleva a la necesidad de encontrar nuestra propia fuente de paz, a la cual podemos recurrir para vivir en paz y alimentar nuestra mente.

La paz es hija de la pureza y hermana de la felicidad. Donde existen la pureza, la paz y la felicidad hay siempre prosperidad.

Algunos pensamientos de paz:

Lo que era el futuro sucede ahora, lo que sucede ahora se convierte en pasado. Por lo tanto, ¿por qué preocuparse?

Si estoy impaciente por experimentar el fruto de mis esfuerzos, es como querer comer una fruta antes de tiempo.

Si pierdes una oportunidad, no enturbies tus ojos con lágrimas; mantén tu visión clara para que no pierdas la próxima.

El que se adapta con humildad tiene mucha grandeza.

Una persona deshonesta no puede gozar jamás de paz verdadera en su mente. Estará atada a sus propios engaños.

Dios y el tiempo son los mayores médicos.

Sin el establecimiento de los verdaderos valores humanos, morales y espirituales, no podrá haber nunca verdadera libertad.

Cuando te enojas, se pierde muchísima energía y se malgasta. Usa tu energía sabiamente.

El silencio da descanso a la mente y esto significa dar descanso al cuerpo. Algunas veces, el descanso es la única medicina que se necesita.

La calma y la tolerancia muchas veces actúan como el aire acondicionado en una habitación; incrementan nuestra eficiencia.

El que está preocupado es como un hombre condenado a muerte que muere muchas veces antes de llegar a la horca.

El éxito surge de la serenidad de la mente. Es como el hierro frío que tuerce y corta el hierro candente.

Si la riqueza se pierde, nada se ha perdido; si la salud se pierde, algo se ha perdido; si se pierde el buen carácter, todo se ha perdido.

Una vez que hayas experimentado a Dios, no tendrás la necesidad de buscar a alguien mejor.

Si el hombre no es capaz de encontrar la paz interna en sí mismo, ¿cómo podrá haber paz en este mundo?

El silencio no es solamente la ausencia de sonido, es también la tranquilidad de la mente.

Sacado del librito: Pensamientos para cada día - Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris

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