23 junio 2006

La Paz



La Paz no se puede comprar en ningún sitio,
y todo el mundo la necesita.
Toma un poco de paz que todavía llevas dentro
y úsala en la calle cuando salgas a cualquier cosa,
úsala en la cola del supermercado,
úsala en los atascos,
úsala en las discusiones políticas.
¡La paz es muy curiosa!!
cuánto más la usas
más paz tienes
y si todo el mundo la usara
quizás llegaría el día
en que no hicieran falta más anuncios con palomas blancas.

Anuncio piblicitario de Wasshington Olivetto: anuncio blanco


Los poetas y visionarios han soñado siempre con un mundo de paz, pero hasta la fecha se ha logrado muy poco para convertir este sueño en realidad. Al anunciar la nueva era, Bahá'u'lláh declaró enfáticamente que el establecimiento de una verdadera paz universal es una de las exigencias más urgentes de esta época, y que si no se efectúa, la humanidad no alcanzará la próxima etapa de su existencia sobre la tierra. En sus ya famosas cartas a los soberanos de las grandes naciones del mundo, les exhortó a que establecieran la paz, describiendo los medios para realizarla.
En una carta dirigida a la Reina Victoria de Inglaterra, en 1865, decía:
"¡Oh concurso de soberanos! Arreglad vuestras diferencias y entonces no tendréis más necesidad de multitud de guerreros ni de equipos de guerra, excepto los que sean precisos para proteger internamente vuestros dominios y a vuestros súbditos. Permaneced unidos, ¡Oh concurso de soberanos! que así los vientos de disensión entre vosotros se aquietarán y vuestros pueblos encontrarán reposo."